viernes, 28 de marzo de 2014

El nuevo inquilino

Por si no tenia bastante con toda la historia de los examenes, mis ansias estomacales y mis lios masculinos, ha aparecido un nuevo personaje en mi vida italiana, que se llama Stefano (ya vale de poner iniciales, que luego la gente no se entera de nada). Obviamente, con ese nombre, de Cuenca no es. Sino de por aqui cerca. 
Es licenciado en ciencias politicas, tiene 25 anyitos y ya le hemos acribillado a preguntas. Es un tio muy majete, el no tiene la culpa de la casa que ha encontrado ni del casero que tenemos.
La habitacion que le ha tocado es aquella que denominamos El Museo. Aquella tetrica de paredes pintadas en oscuro, donde no entra un rayo de luz , la tele no coge senyal y hay colgados mil cuadros de virgenes, crucifijos y fotos del Padre Pio, ese gran hombre tan venerado en Italia...
Ayer me pase hablando con el toda la noche y me parecio interesante, es una pena que de aqui a unas semanitas esta aventura se acaba y con ella toda la retahila de gentecilla que me ha acompanyado.

Siempre pasa igual, cuando algo esta por terminar se aceleran las anecdotas y te lo empiezas a pasar sospechosamente bien, a vivir al limite y con prisa, como si te lo fueran a quitar; y es que, de hecho, me lo van a quitar.

NO QUIERO VOLVER A MADRID. si, lo reconozco, lo digo abiertamente. No quiero volver a tener la cabeza metida en mil cosas, no quiero ser responsable de nada, no quiero volver al trabajo, la rutina rutinaria. Me niego a verme inmersa en el escenario teatral que siempre representa la misma funcion. No quiero tener al alcance las cosas que me hacen danyo ni las que me hacen feliz. Soy una rebelde sin causa? Puede, pero el mundo esta hecho para mi y una ciudad no es mi sitio, no me quiero aferrar a un lugar y pensar que en el se tiene que desarrollar mi historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario